Todo
sucede en la cocina. Las lentejas danzan en la olla, el olor de
siempre, la radio de fondo, la voz del locutor mimetizada entre el
resto de sonidos cotidianos. Lo que ocurre es parte del mismo todo.
Y
mientras, en la calle, la vida sigue. El ruido de los coches, el ir y
venir de la gente, y el periódico y la fruta, el pan y el buenos
días, ya te vas...
Y
el barrio lleno de viejos, con posibles tal vez, pero viejos. Donde
todo se les ha quedado grande: la ropa, los pisos, hasta las
dentaduras se les han vuelto rebeldes dentro de las bocas...
“Y
ese que te cruzas, tan elegante, vive solo, porque sus hijos con
otros hijos y sus importantes carreras no tienen donde acogerlo. Y
la que vivía allí, también sola, porque su único hijo y por el
que lo dio todo se casó con una bruja que nada quiso saber de ella,
por eso murió sola, en su enorme casa.
Y
la vida se nos alarga en años, pero a costa de sufrir más; es el
precio. No sé si compensa.
Y
hoy he dormido mejor, parece que la pastilla hizo su efecto. ¿Otra
vez lentejas? Pues yo que sé, me gustaría comer cosas distintas.
Claro que no soy delicado, nunca lo he sido. Pero la carne no la
quiero, que no la puedo tragar. Y las raspas del pescado me
fastidian, (como a los niños). Con la lechuga me da tos y ya así no
puedo seguir comiendo. Y esos callos, no son como los que me ponía
ese camarero tan simpático en el hogar del jubilado. Pero que lo que
me pongas “lo mato”, que ya te digo que no soy delicado.
Y
esto ¿qué es? ¿Merluza como? ¿Y ensalada? Eso no es comer,
demasiado poco.
¿Y
hoy? ¿Primero y segundo y ensalada? Eso es un disparate, que yo no
como tanto. De postre dame mejor un flan, de huevo, que aunque tiene
mucha azúcar y ya comí huevo, por una vez... ¡Cuanto vales!”
marr
marr
Gracias por visitarme, lo primero.
ResponderEliminarLo segundo, qué bien escribes, me gusta mucho lo que escribes, pero, sobretodo, cómo lo escribes.
Con tu permiso, espero, lo asomaré a mi ventana este sábado de febrero, casi marzo.
Gracias morayma, por visitarme tu a mi, por dejar constancia de ello y por tus palabras amables. Siento no haber visto antes el comentario, no obstante me encantó que asomaras a tu ventana mis palabras escritas. Gracias por compartirlas.
EliminarUn beso.
Felicidades, es la vida.
ResponderEliminarGracias coco. Tienes razón, la vida en estado puro.
EliminarUn placer tu visita. Un beso.